martes, octubre 22, 2013

El conocido desconocido



No hay nada que la vida pueda regresarte después de ser despreciado, las metas impuestas a criterio tienen su precio marcado en el reverso. Luces galante en esa pantalla que lastima a quien se escuda tras ella y no es ahora cuando arderá el alma por el frío de esa soledad que se avecina, sino mañana cuando una ráfaga de recuerdos te obligue a vivir rodeado de metáforas que no lograrás comprender pues aún viviéndolas a cada instante se requiere cierto grado de humildad para comprenderlas.

No deseo un castigo eterno, en realidad habría dado mi vida por no verte humillado y lo digo así, sin falso testimonio "no verte humillado" pues nadie que no te haya amado en la miseria, cuando tus zapatos gastados por el tiempo y contratiempo quedaban a mi lado o aquel que  no padeció tu hambre y amó tu locura puede amarte en absoluto.

Cuida que tu mirada esquive día a día la mirada de ese soberbio mentiroso frente al espejo, ese que con su silencio grita y con su sonrisa hiere. El alma se vuelve piedra cuando el amor tiene precio, algunos tienen poco valor económico y muy alto rango de osadía al permanecer fiel al amor propio, aunque el amor por otro convierta el alma jirones.

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