ALFARERA

A su manera tomó entre sus manos la coraza que le cubría y como buen alfaredo, la moldeó bajo el mazó de fuego, condenando sus penumbras a la luz del alba que ardía en sus ojos, no había momento de paz en aquella atribulada y constante mejoría, no había noche de descanso para quien dormitaba pensando en la agonía de la muerte misma, en espera de la vida que arañaba en cada beso. La súplica del detende fueron transformandose en un no me dejes, las heridas del desgaste conseguían hacer brillar su renovado aplomo.

Con la misma ternuna que aplicaba el soberbio moldeamiento, él le sonreía en cada lágrima, le besaba en cada suspiro y arañaba la piel que le aprisionaba, sacudiendo de su mente el irracional destino elegido, aunque siempre fuesen dos que pudieron ser uno mismo.

VOTOS

Podría renunciar a tu presencia por las noches con la conciencia de que mis sueños perderían su motivo, el desencanto entonces tocaría a mi puerta si me arriesgara a dejar partir ese aroma que me hace pensar en mil mañanas, podría también si así lo deseara anular cada recuerdo que ecoque las locuras cometidas por esa picar mirada. pocos sabrían de mis sonrisas si decidiera esconderme de nuevo entre amorfos lienzos, esos que no permiten una imagen clara y que entre sus claroscuros se adelgaza. Puedo renunciar a lo posible por aferrarme a lo callado, a lo tangible, dependiendo sólo del alfabeto conocido sin añadirle la acústica de tus sonrisas y es que es tan facil renunciar a todo cuando se tiene el deseo.

El conflicto surge cuando imagino mis mañanas sin tu frescura y mis miedos sin tu fortaleza, bien sabe el que sabe que bien podria renunciar o tenerlo todo si así lo deseara. Hoy decido ponerlo todo en tus manos, todo en tu silencio, todo entu mirada, tengo poco que vale tanto y sin pensarlo me arrojo al viento para permanecer siempre a tu lado.

LINO

Desde anoche me haces falta como si el tiempo se detuviese por completo y mi marcha sin regreso  fuese en busca de tu voz o tu silencio, cualquiera de ellos me bastaría, cualquiera queno me entregue a la realidad de enfrentar lo cierto. Desde anoche me haces falta y es que como acto siniestro te busco entre las capas de orgullo que por tu ausencia se adelgazan.

Me haces falta y me he quedado frente al gigante tiempo que corre y nada alcanza, de pie ante tu nombre en la misma hora que pasa y pasa, el sentimiento grita y el tiempo se deleita, todo a la misma hora en un mismo tiempo, todo bajo tu dormido aplomo, todo detrás de tu sonrisa muerta.

TÚ

Si el negro asabache de tu melena hablara, elegirías la sordera antes que deshacerte entre los tantos pensamientos que me evocas, elegirías remover de ti el pensamiento pues no existiría una directriz que mantuviera tu cordura y evitara la respuesta que yace debajo de esa piel ya apartada. Te serviría caminar lentamente y disimular así el temor de un nosotros en secreto, pues en ti los secretos generan brillos que atraen y aromas que atrapan.

No pienses que con esto le declaro la guerra a un compromiso pues los susurros de esa melena no requieren paso sin custodia ante un oído que se posa ante mis labios, no pienses que con esto te digo que te quiero pues queriéndote te entregué al olvido por el miedo a perderme en tu lienzo, si queriéndote te di alas puedo bien amarte tras las rejas.