viernes, diciembre 05, 2008

PRESENCIA SIN ESENCIA



Durante mucho tiempo deseé volver a verte, con ansia esperaba el día en que dijeras: "estoy aquí", te volviste ausente y tu presencia parecía un fantasma frente a mi. Debí presentir que el olvido llegaría, pero me aferraba al recuerdo de nuestros presentes; nuestras primaveras intentaron sobrevivir en lo oscuro de tantos inviernos y nuestras caricias comenzaron a marchitarse en la espera de tus viejas quejas.
Hoy estas aquí y no te recuerdo, tus besos se han borrado y mi corazón me prohibe abrir la puerta. Un viajero llegó una mañana mientras yo esperaba tu llegada, me habló al oído como si fuese el ruiseñor de las mañanas olvidadas, me envolvió con su cantar y me dijo que es absurdo esperar al olvido, su aliento ofreció y empezaba a sentir vida en mi cuando tu sombra opacó al Sol.
Habías regesado a reclamar un lugar vacío, ya en exilio rogabas abrigo parado frente a mi con tu debil mando bajo el brazo y con las zuelas acabadas. Me has quitado lo que empezaba a darme vida, no entendía tu soberbia al regresar y aún así te acepté de nuevo en mi casa, esperando el día en que ella misma te explicara que ya no era tu olor el que daba vida a mi cama.