sábado, diciembre 06, 2008

Soledad

Déjame ahora que sigo viva, pues no quiero que me veas ya muerta. Son tantos los momentos vividos que una eternidad no basta para eliminar las cicatrices.
Dejame ahora que te estoy odiando, mi orgullo no puedo arrollidarse dos veces, y si hoy se arrodilla aceptando que fue vencido, no quiero descubrirlo mañana evitando la despedida. Déjame ahora que no tengo fuerza para pelear, hoy que puedo decir adios y callar este amor que podría rogarte que regreses. Hoy te pido que me dejes con lo brazos vacíos, esos que no deseas llenar, hoy que al pensar en ti no pienso en mi, hoy que tengo ilusión por mi mañana... hoy que tengo un poco de fe...
Camino al paredón voy recordando tu nombre, mis gritos no se oyen pues me he quedado muda. tu mirada se ha alejado y mi corazón renuncia a vivir a prisa con el corazón desorientado, pero eso ya no importa pues yo camino hacia la gélida pared que elevó tu mente. mientras camino una sombra escalofriante se separa de mi cuerpo y huye al lado tuyo, creo que es mi corazón que no se resigna a vivir sin ti; Escucho que me hablan y tengo que girar para darme cuenta que no es mi corazón quien me ha dejado, no es él sino ella quien se queda contigo y aún así siento que vuelvo a vivir cuando estoy a punto de verme muerta.