Sólo una palabra basta para encontrar un culpable en ésta guerra llamada amor, no hay detalles, solo errores, que los detalles piden tiempo y los errores reconciliación.
Cada frase representa el arma que uno de los dos necesita para triunfar, es la oportunidad de dar o de pedir; al pedir, cerramos los ojos y abrimos el corazón, no conocemos el futuro fruto pero poco importa averiguarlo, son tantas las armas con que el enemigo cuenta, que cualquiera de ellas podría entregar un mar de llanto o una hoguera de placer.
Cada frase representa el arma que uno de los dos necesita para triunfar, es la oportunidad de dar o de pedir; al pedir, cerramos los ojos y abrimos el corazón, no conocemos el futuro fruto pero poco importa averiguarlo, son tantas las armas con que el enemigo cuenta, que cualquiera de ellas podría entregar un mar de llanto o una hoguera de placer.
Al dar, tenemos la ventaja de utilizar todo aquello que el enemigo olvidó, es una oportunidad única, sin embargo renunciamos a ella cuando el calor de unos labios nos obligan a callar o cuando los latidos de un corazón cercano retrasan las ideas una vez más. Al final de cada lucha, los cuerpos forman uno mismo, renunciando a todo por volver a sentir.
